domingo, 17 de febrero de 2013

Y de noche

Y de noche consumíamos el brebaje, y hasta altas horas de la madrugada nos regocijábamos en nuestra juventud.

No nos importaba perder el tiempo si nos perdíamos juntos.

Y a la hora local, planes. Y al otro lado del mundo fuera de nuestro limbo el mundo giraba y el Metro bailaba al mismo son.

Pero nosotros no, nos guiábamos por otra brújula, otro compás; por las estrellas de un descampado del Norte.

Vivíamos.